Ayer martes por la noche el programa La Diferencia que hace Roberto Rodríguez para el canal Telemiami reunió un panel de feria: Frank Calzón, que vino desde Washington a sentarse en una sillita a copiar dictados en un Miami donde antes era él quien daba las clases; Ricardo Martínez Cid, abogado de ese engendro llamado Represión ID y, por fin, Carlos Alberto Montaner que ha estado jugando a los escondidos durante esta visita de Yoani Sánchez. Por alguna razón en La Diferencia a la gente se le va la lengua con información comprometedora, como el día que Marcelino Miyares le dio las gracias a Carlos Saladrigas por cuadrarle un enlace con opositores en la “Embajada” de Estados Unidos en La Habana desde un evento en México. Evento donde, por cierto, estaban muchos de los personajes secundarios del show de Yoani en Estados Unidos.
Anoche el presentador Roberto Rodríguez como que se queda sin ideas y se le ocurre preguntar a Calzón: Frank, y desde cuándo empezó tu relación de trabajo con Yoani Sánchez. Calzón, que tiene el cuero curtido, dijo que él no tenía ninguna relación de trabajo ni con Yoani ni con ningún opositor dentro de Cuba porque allá, no te olvides Roberto, me consideran agente de la CIA. Una aclaración tonta, porque inmediatamente reconoció que él sí envía propaganda y otras cosas a Cuba. Carlos Alberto Montaner dijo algo olvidable y entró vía Skype desde el Coral Gables Country Club el productor Miguelito Sánchez (quien también produce el programa de Oscar Haza en Radio Mambí) y empieza a mostrar unas imágenes del homenaje en el Country Club a Yoani Sánchez organizado por la llamada Fundación de Derechos Humanos en Cuba, que recibe fondos millonarios de la USAID para la subversión, y que está bajo el control de la Fundación Nacional Cubano Americana. Un par de medios hablaron de la presencia de otras 25 organizaciones de Miami, pero nunca lo mostraron bien. En el desfile de personajes por fin asomó públicamente, asociado a Yoani Sánchez, el señor Carlos Saladrigas. Parece que Saladrigas no se pudo contener ante la oferta de Miguelito y declaró que estaba muy satisfecho con todo lo que se había logrado, agradeció el apoyo en Miami y hasta adelantó parte de la agenda de la bloguera, quien hoy tendrá un intercambio con sus seguidores de internet. ¿El tema? El mismo de todos los días: las nuevas tecnologías y los tubérculos en los agro mercados de La Habana.
Como había adelantado en el artículo “¿Es Carlos Saladrigas el promotor de una visita de Yoani Sánchez a la Casa Blanca?”, muchos hilos confirman que el empresario es ciertamente uno de los hombres tras la agenda de Yoani. Por lo menos así lo quiso mostrar él en sus palabras para el programa del canalito de José Carlos Prado, Alias Pradito.
Asistir al banquete de la famosa Fundación de Derechos Humanos de la Fundación Nacional Cubano Americana costaba 100 dólares por persona. Si de verdad fueron unas 500 personas, como informaron, en esa sola noche se pudieron recaudar 50 mil de los dólares que tanto gustan a Yoani. Una suma nada despreciable para las ya bastantes llenas arcas de la señora Sánchez Cordero.
Para que comprueben que la prensa de Miami esconde noticias, el periodista Juan Carlos Chávez de El Nuevo Herald, que estuvo en el banquete de Coral Gables, escribe un artículo con nombres de asistentes y no aparece el de Carlos Saladrigas. ¿Dónde se metió Juan Carlos Chávez que no vio a uno de los personajes más famosos de la noche? En ese artículo, en cambio, Juan Carlos Chávez da una información importante y es que en horas de la tarde de ayer, antes de la comida, Yoani Sánchez se reunió con los familiares de los tripulantes de Hermanos al Rescate derribados el 24 de febrero de 1996. Ya en la llamada Torre de la Libertad el lunes 1ro de abril Yoani Sánchez dijo claramente que Los Cinco estaban bien condenados porque cometieron un delito, pero no explicó que los aviones de Hermanos al Rescate estaban violando el espacio territorial cubano sin ninguna autorización, ni parece estar informada de las tantas advertencias que sobre estas violaciones le hizo el gobierno cubano al entonces presidente Bill Clinton. Estos familiares con los que se reunió Yoani mantienen una campaña sistemática contra Los Cinco, quienes fueron acusados por hechos que nada tenían que ver con ellos. En esa Torre de la Libertad Yoani recibió también una condecoración del Consejo por la Libertad de Cuba, otorgada en el 2009, de las propias manos de Diego Suárez quien ha llegado a pedir una invasión de marines a Cuba. El CLC es una de las organizaciones más derechistas del exilio y de las que más cabildeo anticubano hace en Washington. También Yoani contó allí con el agradecimiento de miembros de la Brigada 2506, quienes invadieron a Cuba por Playa Girón en abril de 1961 siendo derrotados en menos de 72 horas, a pesar del respaldo que recibieron de los Estados Unidos. Yoani es directa cuando habla de la culpabilidad de Los Cinco, pero usa evasivas para llamar terrorista a Luis Posada Carriles. Cuando dice que condena la violencia no habla de los terroristas de Miami sino que menciona a los jóvenes del ejército rebelde que lucharon contra la dictadura de Batista. Dice que condena el embargo pero acto seguido aclara que no se debe levantar hasta que no se discutan algunas cosas, que es como si apoyara la Ley Helms-Burton.
Yoani Sánchez también visitó ayer martes la Universidad de Miami y habló con estudiantes de la Facultad de Comunicación. Fíjense lo escasa que es la talla intelectual de la llamada disidente que Juan Carlos Chávez tuvo que escoger como frase medular de Yoani esta barbaridad: “La información para mí es como un respiro de aire fresco”. Igual hubiera podido decir que “El aire fresco es para mí un respiro de información”. Y no lo dijo en el Versailles ni en el Palacio de los Jugos sino en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Miami como una novedad.
En el reportaje vía Skype para el canal de Alias Pradito (quien además de otros “pasados” cuando llegó Posada Carriles a EEUU y emigración lo detuvo fue su “fiancista”) se pudo escuchar parte del discurso elogioso del Alcalde de Coral Gables Jim Cason para entregar las llaves de la ciudad a Yoani. Cason fue jefe de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana desde el 2002 al 2005, así que bien pudo participar por lo menos en los primeros pasos de la invención de la bloguera disidente; aunque según Wikileaks parece que fue su sucesor Michael Parmly quien tuvo que hacer el trabajo más importante con Yoani.
En la cena de Coral Gables estaba Laly San Pedro, que también es miembro activa de la Fundación Nacional Cubano Americana y pagadora de la llamada Fundación de Derechos Humanos. Laly San Pedro hace fatigosas jornadas en el supermercado Publix de la 16 calle y la 37avenida del SW de Miami, trajinando con los formularios de envíos de dinero en el mostrador de la Western Union del referido Publix. Además se pudieron ver otras imágenes donde un guardia de seguridad escoltaba y abría puertas a Yoani, con sus equipos de comunicaciones y hasta con placa colgada al cuello.
Yoani dejará Miami mañana jueves para volar a Suiza, donde tiene su “origen”. Igual pudiera regresar a Estados Unidos porque Yoani es la única cubana que ha recibido el privilegio de no tener que pisar el suelo cubano para recibir un nuevo visado norteamericano. Y esto hay que explicarlo para demostrar una vez más que Yoani sí tiene tratamiento especial del gobierno norteamericano. Las relaciones consulares entre Cuba y Estados Unidos son recíprocas en todo sentido. En el caso de las visas de ciudadanos cubanos para visitar Estados Unidos estas tienen que ser recibidas en Cuba, no en terceros países. Las visas a cubanos son visas de una sola entrada; menos para Yoani. En el caso de Yoani Estados Unidos ha roto el libro. Solo a los diplomáticos cubanos de largo plazo Estados Unidos le otorga un visado de un año, con posibilidad de entradas múltiples durante ese año. Los diplomáticos cubanos de corto plazo deben usar visas de una sola entrada, como todo cubano normal. Excepto, repito, Yoani Sánchez. Luego dice Yoani que no tiene vínculos y privilegios con el gobierno norteamericano, como si los consulados donde la atienden trabajaran para Malasia y no para Washington. Por el momento solo me queda decirle Good Bye; o como Arnold Schwarzenegger: Hasta la vista Baby.
(Publicado originalmente en La Tarde se mueve)