La sabiduría popular rusa, expresada y reflejada en sus frases y sentencias, con frecuencia repite a modo de enseñanza el ni komú nie vier (No le creas a nadie), apoyada por esta otra, un poco más compleja, que dice que no creas en lo que alguien te diga, sino en lo que haga basada, quizás, en una sencilla filosofía evangélica de un pueblo innegablemente creyente. Aunque como también dicen los rusos, no se pueden tomar las cosas toch v toch (Exactamente, al pie de la letra), pues pueden conducir a errores de inflexibilidad y rigidez inmovilista. En definitiva el decir es una forma de hacer y de inducir a que se haga.
Muchos cambios económicos, políticos y sociales se están y se producirán en Cuba en los próximos años a causa de haber estado vinculada e influenciada favorablemente a un socialismo que no fue, que fracasó, y que ha obligado al país, so pena del fracaso también, a realizarlos dentro de una línea de solidaridad humana mutua con sentido común, pero paulatinamente, evitando así un posible caos y anarquía que complacería a sus enemigos externos y a sus cipayos internos.
Este nuevo fenómeno de la sociedad cubana es ya, indiscutiblemente, objetivo y concreto, conllevando, como es natural y lógico, a acciones y reacciones por parte de los que apoyan a la Revolución, así como por sus adversarios del patio. Sobre estos últimos y su reacción inicial ante los primeros cambios va dirigido este comentario.
Aunque el cubano común y corriente ha sido bastante indiferente y no ha seguido al hecho, los corresponsales y medios extranjeros que siguen la problemática cubana no han dejado de prestar atención y de pasar por alto la estampida hacia más de una decena de países que, simultáneamente, escudándose en la nueva política y ley migratoria cubanas, han efectuado los llamados disidentes u opositores al gobierno. Así, encabezados por Yoani Sánchez, como fiel manada en busca de su alimento principal, han seguido tras su huella, Elizardo Sánchez Santa Cruz-Pacheco, René Gómez Manzano, Bertha Soler, Guillermo Fariñas, Rosa María Payá, Manuel Cuesta Morúa, Juan Madrazo y Leonardo Calvo por citar a algunos. De paso creo que cabe preguntar ¿quién pagó estos viajes simultáneos de la manada en estampida y quién los mantuvo durante sus diversas estancias?
Casi siempre las agencias cablegráficas internacionales, al mencionar a los grupúsculos contrarrevolucionarios cubanos y/o a sus dirigentes, se han referido a ellos con el estribillo goebbeliano de que son considerados por el gobierno cubano como mercenarios por el dinero que reciben por sus servicios para realizar sus actividades opositores, quizás, queriendo dar a entender así que no lo son y que es una falsa acusación. Esa debe ser su intención de manera general.
Pero no es el gobierno cubano, en la práctica, el que dice esto, es el propio gobierno de EE.UU. quien lo dice, asignando partidas por un monto de 20 millones de dólares o más para el cambio hacia la democracia en Cuba, que se distribuye entre sus agencias destinadas a tal objetivo, y estas, a su vez, lo reparte entre estos secuaces y otros agentes puestos para tal fin con el propósito, como ha quedado más que demostrado, del enriquecimiento personal para lo cual, incluso no se abstienen de robar ni a su propio benefactor.
No se han dejado de mencionar por esos medios y sus empleados las ayudas encubiertas que bajo recolectas y los jugosos premios que reciben por su periodismo libre e independiente y por ser activistas en la lucha por los Derechos Humanos en Cuba, como tampoco los apasionantes llamados a mantener el embargo y la posición común europea contra su país, realizados singularmente por Bertha Soler, Guillermo Fariñas y Elizardo Sánchez, así como las vergonzosas declaraciones hechas en visita a Radio Martí por Madrazo y por Calvo, sin importarle para nada los pesares y cargas que esto ha traído y trae al pueblo cubano. Claro está, ellos ni las sienten ni padecen por estar enriquecidos por el servicio que prestan a un gobierno extranjero… Indigna a los cubanos esta falta de ética y de moral. Sí hay indignados cubanos es contra este tipo de gente. Aquí se podrá encontrar la principal razón y explicación de porque casi nadie los sigue en Cuba.
Ya la manada regresa después de recibir sus sustento. Debido a esto es que invito a que se visiten los sitios de Internet de las agencias norteamericanas que, como The Nacional Endowment for Democracy que, de manera abierta, publica sus donaciones a los grupúsculos y sus líderes. Esto es, repito, sin contar las ayudas encubiertas y los famosos premios que reciben. Entonces, en la práctica, ¿quién, demuestra lo que son? ¿Son luchadores de alquiler o no? ¿Son o no son mercenarios? ¿Luchan por un ideal o por dinero, agitando escasas ideas sin orden ni concierto alguno?
Por los hechos los conocerás, dijo Cristo.
(Publicado originalmente en Cubainformación)