IROEL SANCHEZ, La Habana – Obligar a una audiencia a recibir mensajes no solicitados no es una práctica que pueda calificarse como promoción de la democracia, pero las revelaciones sobre distintos programas del gobierno de Estados Unidos para el “cambio de régimen” en Cuba demuestran que Washington lo ha estado haciendo de manera “discreta” y sistemática.
ZunZuneo, Piramideo, Conmotion, Radio y Tv Martí, Diario de Cuba, son algunos de los nombres que por estos días se han repetido en los medios como instrumentos injerencistas hacia la Isla. En su duro diálogo con el director de la Agencia de Estados Unidos para la Ayuda al Desarroolo Internacional (USAID), el presidente del Sub Comité de Asignaciones del Senado estadounidense, Patrick Leahy, le recordó que la política de confrontación con Cuba que representan esos proyectos data del gobierno de Eisenhower y se refirió irónicamente a memorándums de aquella época sobre cómo acabar “con Castro”.
Se refería a un documento del Secretario de Estado asistente Lester Mallory, del día 6 de abril de 1960, donde se proponía la política a desarrollar desde entonces por las administraciones norteamericanas para liquidar la Revolución cubana. El memorándum de Mallory indicaba textualmente:
“ La mayoría de los cubanos apoyan a Castro (…) No existe una oposición política efectiva (…) El único modo efectivo para hacerle perder el apoyo interno (al gobierno) es provocar el desengaño y el desaliento mediante la insatisfacción económica y la penuria (…) Hay que poner en práctica rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica (…) negándole a Cuba dinero y suministros con el fin de reducir los salarios nominales y reales, con el objetivo de provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.
Esa estrategia acompañaría el trabajo de la CIA, propuesto días antes, dirigido a provocar una revuelta en Cuba, que ha cambiado de medios pero no ha aprendido de sus fracasos. El 17 de marzo de 1960, Allen Dulles, director de la CIA, y Richard Bissell presentaron sus planes para Cuba a Eisenhower y su VicePresidente Nixon en una reunión a cuatro bandas celebrada en la Casa Blanca a las dos y media de la tarde del 17 de marzo de 1960. Tim Weiner la recoge en su libro sobre la CIA Legacy of Ashes: “No proponían invadir la isla; en lugar de ello, le dijeron a Eisenhower que podían derrocar a Castro mediante un sencillo truco. Crearían ¨una oposición cubana responsable, atractiva y unificada¨ dirigida por agentes reclutados. Una emisora de radio clandestina emitiría propaganda a La Habana con el fin de desatar una revuelta.”
Así nació la primera emisora de la CIA para Cuba, Radio Swan, que inicia una larga cadena de la que ZunZuneo es sólo uno de los ¿últimos? eslabones. En Internet se repite la fórmula Mallory-Dulles: EE.UU. bloquea incontables servicios como repositorios de software libre, accesos a Google Earth y Google Analytics, multa a quienes venden o reparan tecnología a Cuba para el acceso a la red, como ocurrió a la empresa sueca Ericsson por reparar equipos de la operadora cubana ETECSA destinados a la telefonía móvil, y entrega lo que los cubanos debemos saber. Pero para el diario español El País es Cuba quien intenta “poner puertas a la red” porque bloquea el spam made in USA de Radio y Tv Martí.
Las denuncias realizadas este domingo por el periodista británico Glenn Greenwald -poseedor de los materiales obetenidos por el ex analista de inteligencia Edward Snowden- acerca de cómo Estados Unidos y sus aliados están utilizando Internet para la “elaboración de campañas de mensajes para convertirlas en virales” amplían el horizonte. Greenwald reveló -a raíz del escándalo desatado por el “Twitter cubano”- documentos top secret del Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno británico que muestran su trabajo conjunto con otros gobiernos del Norte que “amenazan la integridad de la propia Internet, utilizada como espacio para la propaganda difundida por Estados que disfrazan su voz en línea, y la presentan como libre expresión y organización”.
En Colombia, Honduras, México, Brasil… asesinan periodistas y blogueros pero es a la expresión de sus similares cubanos -no sometidos a actos semejantes- a la que medios públicos y gobiernos de países europeos miembros de la OTAN le dedican espacios exclusivos, les organizan eventos en la Isla y en el exterior y le pagan publicaciones e invitaciones. Opinar sobre eso es un acto “extremista” según un excorresponsal de BBC en La Habana que escribe para los cubanos de adentro pero entonces habría que juzgar como extremistas a los redactores del artículo 33 de la Constitución mexicana que establece que “los extranjeros no podrán inmiscuirse de ninguna manera en los asuntos internos del país”.
Hace apenas un año, Fernando Martínez Heredia resumía una problemática que hoy se ha generalizado más como realidad que como preocupación: “me preocupa que en la ampliación de los contratos en unas relaciones que crecen, ellos lleguen a incluir el tratamiento de nuestras cuestiones sociales en los medios del imperialismo”. Y algo más, ofreciéndose como el equilibrio “entre el Granma y El Nuevo Herald”, “entre el gobierno y la oposición” medios y proyectos están surgiendo en la “polarizada” web cubana, siempre apoyados desde fuera de la Isla, sin que nadie pregunte quién puede estar detrás ni de dónde sale el dinero que algunos de ellos pagan. Como dice nuestra colaboradora Ángeles Diez: “La equidistancia es sin duda un refugio ideal para las buenas conciencias y tiene la ventaja de la ambigüedad que permite posicionarse en un lado o en otro según discurran los acontecimientos. Se trata de una falsa simetría que coloca en el mismo plano al agresor y al agredido”
Lo que muchos debemos estar pensando lo resumía con honestidad y agudeza el bloguero cubano Carlos Alberto Pérez en La chiringa de Cuba, un blog donde hace dos años publicó el texto de un colaborador deslumbrado con ZunZuneo:
“Hace ya algunos años la tradicional disidencia en Cuba se ha visto afectada por un emergente grupo de jóvenes que ha pasado a ocupar el protagonismo. En un cable emitido desde la Sección de Intereses de Cuba al gobierno norteamericano, que posteriormente fuera desclasificado por Wikileaks, quedó claro que ya la vieja guardia de la disidencia en la isla ha perdido prestigio y credibilidad, por lo que las mayores atenciones y recursos se pondrían a disposición de jóvenes familiarizados con las nuevas tecnologías, la Internet y las redes sociales.
“Así ha sucedido, y además de potenciar grandes figuras que responden a los intereses de la Casa Blanca desde la blogosfera y la red social Twitter, poco a poco se ha visto un sigiloso acercamiento hacia algunos jóvenes que desde sus bitácoras expresan de manera crítica sus más variados puntos de vista.
“El hecho no es casual, como tampoco lo sucedido el año pasado en un encuentro informal de tuiteros reunidos en un parque de La Habana, donde se apareció sin previo aviso Mr. Conrad Tribble, Segundo Jefe Adjunto de la SINA en Cuba, y cuyo discurso versó precisamente en lograr un acercamiento e intercambiar criterios con la joven comunidad de blogueros y tuiteros allí presente.
“Para lograr influir a la sociedad hoy día no hay mejor receta que la de Internet y las redes sociales. El ejemplo de la primavera árabe era el modelo deseado para imponer en Cuba a través de ZunZuneo, y así es como una simple red social, aparentemente amigable e inofensiva, se convertiría en el detonante del odio y la violencia colectiva.
“La preocupación se ha hecho presente. Si el dudoso zumbido del ZunZuneo fue hace ya un par de años, ¿quién quita que en todo este tiempo no esté nuevamente la mano peluda detrás de alguno de los proyectos en los que hoy estamos involucrados?”
El veneno no siempre viene en el frasquito con las tibias y la calavera, y a veces se disfraza hasta de antídoto, como esa ultraizquierda que se rasga las vestiduras por la nueva Ley de inversión extranjera en Cuba mientras guarda silencio ante la inversión infinita de Estados Unidos para controlar las mentes y el futuro de esta Isla.
(Tomado de www.comtrainjerencia.com)