Hace unas semanas un amigo me dijo que iba a ver a Yoani Sánchez a una de sus presentaciones en Ginebra. Le dije yo no iría pues no tenía tiempo para perderlo. Cuando me pregunto por qué, aposté con él que le pagaría cinco cervezas si escuchaba de Yoani algún análisis serio, demostrado con cifras y estadísticas, sobre la realidad cubana.
Hice esta apuesta a sabiendas que la ganaría. Yo la había visto en unos videos en Youtube y estaba convencido de que nada nuevo escucharía, nada nuevo que no fuera hacerse “La mater Dolorosa”, una mujer sufrida. Se trata de una manipuladora que intenta desdibujar con frases de impactos y metáforas literarias la realidad del pueblo cubano y su gobierno, ocultando que como ningún otro, sufre el costo de la resistencia y la dignidad de enfrentar al imperio de EE.UU, a pocos kilómetros de sus costas.
Hace unos días me llamó mi amigo muy molesto, no porque había perdido la apuesta de las cinco cervezas, sino por el tiempo que perdió en tomar un tren hasta Ginebra para escuchar a un personaje totalmente prefabricado.
Me dio toda la razón, no hubo un solo análisis de la realidad cubana. Es más –dijo- ella con total cinismo trata de desmontar incuestionables logros alcanzados en la isla, como la propia emancipación de la mujer.
Como mismo le había anunciado, la Yoani se presentó como “La mater dolorosa”, la falsa virgen del pueblo, la que evade las preguntas que cuestionan su credibilidad, la que es capaz de comparar acciones como la lucha por la independencia de Cuba con hechos tan horribles como el crimen de Barbados.
Su respuesta, sin inmutarse, de que no le gusta el bloqueo es tan infantil como cuando un niño te dice: “yo no como eso”.
Yoani hizo una presentación inicial para hablar sólo de ella. Como dice mi amigo: “YO! any”, un ejercicio de “escofina en el ombligo” para presentarse como una diva, una salvada, una mujer sacrificada que paga sus impuestos y que incluso ha impartido cursos de twitter a ciegas, algo que por supuesto puede conmover a cualquiera.
Mi amigo además había ido a ver el estreno del documental “Forbidden Voices” (Voces Prohibidas) donde uno de los personajes principales es Yoani Sánchez. Salió más molesto aún pues la tal Yoani no puede estar más lejos de ser una voz prohibida con toda esa estructura que se mueve detrás de ella. ¿Cómo puede existir una voz prohibida que hace gira por una docena de países durante más de 100 días? Realmente la supuesta voz prohibida es una voz financiada, calumniosa y manipulada.
Mi amigo me acaba de traer un video de la presentación de Yoani. Uff, es un popurrí de la mentira.
Les dejo el video para que ustedes mismos los juzguen. Ahora me despido, que mi amigo me invitó a tomar unas cervezas y estas son gratis.
(Publicado originalmente en Tobleron cubano)