Por Julio Ferreira. ─ Esta joven “opositora” al servicio del Gobierno norteamericano en su empeño por socavar el orden constitucional cubano no para de pasear por todo el mundo, buscando satisfacer su desenfrenada necesidad de ganar protagonismo.
Puede darse ese lujo gracias al generoso financiamiento estadounidense, en especial de la NED, considerada hasta por The New York Times una filial de la CIA, y también de la ultraderecha cubano americana liderada por los congresistas de origen cubano.
Ello explica sus constantes y costosas giras internacionales en las que cuenta además con la connivencia de la OEA, incluso hasta su asesoramiento de cómo justificar sus cuantiosos gastos sobre los que ya se comenta, en tono de burla, en ambos lados del estrecho de Florida.
Como tapadera para su labor subversiva, sus patrocinadores la pusieron al frente de la llamada Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia (REDLAD). Una curiosa ONG también financiada por la NED que viene como anillo al dedo a la Administración norteamericana y a sus servicios especiales para atacar a los países latinoamericanos y caribeños que no son del agrado de Washington.
Ella también utiliza a esa supuesta ONG como plataforma para promover su proyecto subversivo Cuba Decide que comenzó a impulsar luego de dar la espalda al grupo contrarrevolucionario creado por su padre, debido a sus irreconciliables contradicciones con la dirigencia del mismo, en particular con su tío Carlos Alberto Payá Sardiñas.
Aunque está recibiendo un fuerte financiamiento para publicitar internacionalmente ese proyecto, ella sabe perfectamente que el mismo no tiene nada de novedoso y que está condenado al fracaso, pues no cuenta con ningún apoyo en Cuba y ni siquiera es bien vista por los demás elementos contrarrevolucionarios.
Pero como el que paga manda – y en correspondencia con su afán de ganar visibilidad mediática- cumple al pie de la letra con el encargo de sus patronos, involucrándose en burdas maniobras no solo contra Cuba sino también contra Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua.
Por ello se implicó de inmediato asumiendo la autoría de la más reciente maquinación norteamericana y de la extrema derecha cubano americana para provocar a las autoridades de la Isla, a la cual – como ya era de esperar- se ha prestado el secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, quien se ha mostrado activo en sus ataques contra Venezuela en total sintonía con las posiciones injerencistas de Estados Unidos hacia ese país.
El plan es sencillo: que figuras de la derecha Latinoamérica de reconocidas posiciones anticubanas acompañen al Sr. Almagro en un viaje a Cuba donde se le entregaría un premio de la organización que ella preside en reconocimiento –según afirmó- a su “labor frente al régimen venezolano”.
¿Qué sentido pudiera tener que el secretario general de esa organización panamericanista visite el único país de este hemisferio que no es miembro de esa organización y que el Presidente cubano ha asegurado en más de una ocasión que “Cuba jamás regresará a la OEA”?
La respuesta a esa interrogante rápidamente salió a la luz. La misma presidenta de la REDLAD se encargó de revelar a los medios el verdadero propósito de esta nueva maniobra al decir que “hay que mudar el escenario a Cuba”.
Ello se traduce claramente en que no basta con las provocaciones que se realizan en el exterior, sino que hay que realizarlas en la Isla, en función de poder alimentar la permanente campaña mediática anticubana.
Ya ella ha venido incursionando en esta dirección. Luego de “exiliarse” en Estados Unidos alegando falsamente un inexistente acoso de las autoridades cubanas y hasta amenazas de muerte, esta extraña “refugiada política” ha viajado a Cuba al menos en cuatro oportunidades.
Partiendo de una sobrevaloración de sus posibilidades de trascender a los medios, en todas esas visitas ha realizado provocaciones buscando –sin éxito alguno- una reacción de las autoridades contra su persona que le posibilite ganar visibilidad mediática.
Su último viaje fue a mediados del pasado mes de enero y al igual que los anteriores resultó un rotundo fracaso al no encontrar la repercusión mediática esperada ni siquiera en los medios tradicionalmente anticubanos de Florida, ni contar con el respaldo de los grupúsculos c/r internos para su proyecto subversivo.
Sin embargo, detrás de cada una de esas visitas, siempre inventándose falsos “riesgos y peligros” que implican para ella, no ha dejado de hacer turismo y, sobre todo, chequear in situ las propiedades de su familia en la Isla.
Esta nueva provocación fracasará. Lo mismo sucederá con su proyecto subversivo al igual que los de otros contrarrevolucionarios-viajeros que pretenden aprovecharse del proceso eleccionario con la trasnochada ilusión de ganar espacio en la sociedad cubana.
Todos ellos para asegurarse recibir financiamiento y poder realizar sus giras internacionales, como es el caso de la p’allá y p’acá, derrochan creatividad, inventándose y promocionando innumerables proyectos que solo les son de utilidad para conseguir flash y titulares en los medios involucrados en la campaña contra Cuba.