En un Memorial construido en el sur de la Florida para rendir tributo a las supuestas víctimas del Régimen cubano, se incluyeron los nombres del Che Guevara, Conrado Benítez y Ronnie Moffitt, víctimas reales de la CIA y de la Extrema Derecha de Miami.
Cuando uno cree que lo ha visto todo y que ninguna estupidez surgida en la Florida le puede sorprender, lee una noticia sobre un Memorial para rendirles tributo a las “víctimas del castrismo”, y no sabe bien si montar en cólera o destornillarse de la risa.
El monumento, construido hace un año por el monto de ¡900 mil dólares! se hizo noticia al emerger la alarma sobre actos de vandalismo en su estructura.
Pero lo hilarante no recae en la decisión de construir semejante memorial, que supuestamente recoge los nombres de más de “9 mil víctimas”; lo burlesco y burdo consiste en que al parecer, a falta de nombres reales, incluyeron otros de personas asesinadas por organizaciones extremistas de la Florida, o financiadas por estas.
Tal es el caso de Conrado Benítez, joven maestro negro que se sumó a la Campaña de Alfabetización, y murió en 1960 a manos de grupos armados contrarios al naciente gobierno cubano y que sembraron el terror en las regiones montañosas del centro de Cuba. Estas bandas de alzados recibían financiamiento de la CIA y del Sur de la Florida.
Otro nombre que aparecía en los muros del Memorial y que retiraron tiempo después, tras las protestas de varios trasnochados de Miami que asisten al lugar, era el de la joven norteamericana Ronnie Moffitt, secretaria del diplomático chileno Orlando Letelier. Ambos también resultaron asesinados por organizaciones extremistas de Miami, quienes en los años 70 estrecharon vínculos con la dictadura de Pinochet, y fuerzas represivas de aquel país.
Pero el disparate no queda, ahí, lo más insólito de este caso, lo que demuestra tanta puerilidad y tontería, es que en ese muro también colocaron el nombre del Ernesto “Che” Guevara. Así como lo leen.
El Che aparece como un mártir de Miami que murió por las hordas castristas. Si a alguien le quedaba la menos una pizca de esperanza, constató que en aquel lugar del mundo aun habitan varias personas que sobrepasan los límites de la estupidez humana. Solo me disgusta que hasta hace muy poco esta gente contaba con gran influencia en la política exterior norteamericana hacia Cuba.