Ya el chavismo de a pie discute qué pasará con los responsables políticos de la violencia, acá no se trata sólo de capturar a quienes dispararon desde edificios o instalaron barricadas asesinas que produjeron muertes a peatones, conductores y pasajeros, tampoco se trata nada más de llevar a juicio a un enajenado que haya prendido fuego a otro ciudadano por ser chavista.u
Se trata de llegar al origen de la violencia que produjo esas muertes, un funcionario de seguridad, un guarimbero o un francotirador involucrados en delitos durante la escalada violenta reciente coinciden en el hecho de que fueron puestos allí por el llamado de ciertos y determinados actores que renunciaron a hacer política, tipos para quienes la calle es sinónimo de violencia y odio. Tipos amparados por una funcionaria que omitió sus crímenes mientras se le rompía el hilo que unía sensatez y cordura.
También la calle se convirtió en un espacio de resistencia para este pueblo que no convalidó el saqueo y la destrucción teledirigida y financiada sino que los rechazó, a este pueblo al que los oligopolios y mafias distribuidoras han pretendido poner de rodillas con la excusa de un dólar fumao que es más reactivo al fracaso antichavista que a la dinámica financiera. Es la calle de donde no volvimos desde aquel febrero del 89 y donde nos quedamos para proponer y actuar.
Del terror al circo
Los responsables de que la calle se convirtiera en violencia y odio de pronto transmutaron en demócratas. Ayer mismo Freddy Guevara salió desafiante a decir que inscribirse en las elecciones regionales es un “movimiento táctico”, mientras su gente, alimentada de ira y maldiciones, escupe contra ellos porque el final de tierra arrasada ha sido postergado.
¿Ahora pasarán de ser terroristas a candidatos sin que haya justicia? ¿Es que aguantamos el chaparrón de quemas, trancones, encierros y sustos para ver las caras de Borges o Ramos Allup sonrientes levantando la mano ensangrentada de sus candidatos? ¿En qué quedará la tristeza y rabia de a quienes quemaron autobuses o casas? ¿A quién se cobra la responsabilidad del daño patrimonial y hasta ecológico? ¿Con las elecciones se acaba todo y tienen un salvoconducto para, si son derrotados, reactivar su agenda?
Dando pasos certeros en responsabilizar a quienes promovieron (por omisión o financiación) hechos violentos, el Tribunal Supremo de Justicia ha destituido y dado orden de captura a alcaldes opositores como Carlos García (Libertador, Mérida), Ramón Muchacho (Chacao, Miranda), David Smolansky (El Hatillo, Miranda), Alfredo Ramos (Iribarren, Lara) y Gustavo Marcano (Lecherías, Anzoátegui), por violar una sentencia del máximo tribunal que obligaba a impedir barricadas, el consumo de drogas en manifestaciones y uso de niños, para garantizar la protección de la ciudadanía.
¿Para cuándo la justicia recaerá sobre los responsables de la violencia en Venezuela?
Los trancazos que gente como Guevara o Smolansky convocaron, dieron pie para que muchos enfermos dejaran de asistir a centros de salud, lo que con la falta de medicamentos orquestada por el sector farmacéutico que les hacen la segunda, indujo un incalculable crimen de lesa humanidad.
Las agresiones contra todo aquel que oliera a chavismo, mas las redes sociales de terror y amenaza, dejaron un pasivo psicológico en la ciudadanía que fue por semanas secuestrada por un estado de sitio decretado con tuits, memes y armamento.
Habrá que ver el saldo que tendrá en el tiempo la campaña de odio que desató un tipo como Capriles contra el Estado, ahora, después de insultar al CNE por todos los costados levantará la mano de su sucesor en la estafa que convalidan sus votantes en Miranda.
Ellos siguen en su plan, la reacción virulenta de la página Dólar Today y la declaración de Andrés Velásquez sobre que la “sola instalación (de la ANC) derrumbó la economía” es sinónimo de cinismo y más violencia, de la simbólica, que es la más fuerte. Ese también se inscribirá “aunque siempre ha desconfiado del CNE”. ¿Se determinarán responsabilidades por las muertes que estimuló en Guayana como procónsul de la guarimbas del terror? ¿Pizarro por la presunta entrega de explosivos mortales a menores de edad a quienes, además, pagaba para desestabilizar? ¿Requesens por alebrestar jóvenes (y luego querer controlar) para que atacaran a una base militar como La Carlota? ¿A cuántos políticos de la MUD se llevará a juicio por el terror paraco generado en Táchira y Mérida?
La no política y el voto mansito
Desde hace cuatro años hemos asistido al triste espectáculo de una oligarquía destruyendo nuestros sueldos y ahorros mientras sus políticos culpan al Gobierno que hace esfuerzos para proteger nuestro poder adquisitivo. El pueblo de a pie sufre un feroz cerco financiero internacional orquestado por el Departamento del Tesoro de EEUU, la AN de mayoría antichavista y las calificadoras de riesgo buscan impedir que el país pueda acceder al financiamiento necesario para resolver sus dificultades económicas, nos quieren llevar a juro al desvalijamiento neoliberal.
¿No es suficiente el cinismo de estimular la guerra contra el pueblo mediante la omisión de la especulación y el acaparamiento? ¿También hay que presenciar cómo traicionan a la patria mientras llaman al voto protesta, voto castigo o como le digan? ¿Cuántos depósitos con medicamentos o alimentos acaparados han incautado los gobernadores de la MUD? ¿A cuántos negocios han sancionado por especular? ¿Por qué para un alcalde antichavista (aspirante a gobernador) el derecho a la protesta prevalece sobre el derecho al libre tránsito o a la propiedad?
Tipos como Guevara, Capriles o Velásquez, Requesens, Pizarro, entre otros, utilizaron el poder e inmunidad que les dieron sus electores para convocar y financiar la protesta violenta y destructiva, generándole una enorme daño a la población toda. Ya constituyentistas como Diosdado Cabello y el presidente Nicolás Maduro han comentado que desde la Comisión de la Verdad de la ANC se dictaminarán las responsabilidades para reparar a las víctimas de la violencia antichavista. El crimen no paga.