¿Dónde está el arte de El Sexto? Me lo vuelvo a preguntar porque no encuentro respuesta. Vamos… vamos que tal vez se pueda. ¿Dónde está el arte de El Sexto? Tal vez allí esté, en llamar la atención, en bramar, en hacerse notar más por irreverente que por talentoso con argumentos. El Sexto no es Bansky, el street artist británico.
El Sexto es Danilo Maldonado Machado. En enero del 2014, a esta persona le fue otorgada, junto con otros 14 seleccionados, la beca “We are one People” (“Somos un pueblo”), que gestiona el Miami Dade College para cubanos declarados opositores y patrocinada por la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA). Según el diario El Nuevo Herald, entre los seleccionados se encontraban Raudel Collazo, rapero del grupo “Escuadrón Patriota” y el bloguero Henry Constantin, así como otros cuatro hijos de disidentes, incluidos Lienys Moya Soler (hija de Berta Soler, cabecilla de las Damas de Blanco, con Ángel Moya) y Saylí Navarro (hija de Félix Navarro, uno de los internos indultados en el año 2011 a través de la mediación entre el gobierno español del ex presidente José Luis Zapatero y la iglesia católica cubana.
Pero la presencia del grafitero en esta beca no fue muy duradera debido a su adicción a las drogas.
El 25 de diciembre del 2014 fue arrestado, cuando pretendía soltar a dos cerdos con los nombres de Raúl y Fidel en una plaza de La Habana. Como si en cualquier lugar de este planeta, en nombre de la libertad de expresión y artística, uno pudiera soltar a un cerdo con el nombre de un presidente inscrito; como si, además de llevarte preso, no te llenaran los ojos con gas pimienta y te molieran a bastonazos. Como si el respeto a la historia y a la soberanía en este país no existiera.
Ahora, la campaña a favor de la liberación de El Sexto se revitaliza, al parecer con una nueva inyección de fondos, recursos y apoyos. De hecho, esta campaña no mira siquiera a los cubanos, mira a instituciones y organismos extranjeros que manejan ciertos recursos financieros. Mientras, Tania Bruguera busca apoyo hasta de la Organización de Naciones Unidas (ONU), pero bueno, eso forma parte de todo su despliegue performático. ¿El objetivo? Validar la existencia en Cuba de prisioneros políticos y construir la opinión de que en la Isla no hay arte libre. Tania, por cierto, que fue desde imaginar un performance en la Plaza de la Revolución hasta ponerse en la cola de Berta Soler y Antonio Rodiles (¡Qué decadencia!).
¿Qué mensaje pretende transmitir Danilo Maldonado? ¿El de Estado de SATS? ¿El de las Damas de Blanco? ¿Ese que en Cuba no se oye por descrédito? ¿Qué es El Sexto para los cubanos? No mucho. Para los habaneros, acaso un grafiti en las paredes sin más significado que lo que explícitamente dice: “el sexto”, y sin magia ninguna. ¿Quién es Danilo Maldonado en realidad? Un narcómano triste, carente de atención, habitante fantasma de una ciudad y un país que lo ignora, inmerso en la entretenida vorágine de lo cotidiano.