Como para que no queden más dudas de quién es el verdadero “padre de la criatura” el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibió en la Casa Blanca a Berta Soler, la líder de la organización opositora Damas de Blanco.
Según medios de prensa, Biden recibió a su empleada en La Habana en privado ya que el encuentro no había sido incluido en su agenda oficial, aunque otras fuentes aseguran que en estos casos las instrucciones del amo no suelen hacerse públicas.
El encuentro de la mercenaria con el segundo hombre del gobierno que subvenciona a las también conocidas como Damas del Verde tuvo lugar luego de que Soler fuese galardonada con el Premio Batalla de Creta, que otorga la Fundación Oxi Day de Washington a personalidades que protegen y promueven la libertad y la democracia.
El senador cubano americano Bob Menéndez, principal impulsor del encuentro, y quien tiene previsto reunirse con Soler la próxima semana en el Congreso, agradeció a Biden el gesto de reunirse con la “activista” cubana.
“Es verdaderamente un acto histórico”, comentó en relación al encuentro el senador demócrata.
Y no le falta razón al senador de New Jersey, quien es, además, uno de los principales beneficiarios de la industria anticubana en Estados Unidos, de cuyo engranaje forman parte las llamadas Damas de Blanco.
El encuentro entre Soler y el vicepresidente estadounidense Joe Biden pasará a la historia como la confirmación de lo que ya todo el mundo sabía: el carácter mercenario de la organización que la supuesta activista dirige y el apoyo que recibe por parte de las más altas instancias de la actual administración de Washington.
Hasta ahora los mercenarios cubanos que han visitado recientemente Estados Unidos se habían limitado a reunirse con miembros de la mafia anticubana o con connotados terroristas como el verdugo de Barbados, Luis Posada Carriles.
(Publicado originalmente en Cambios en Cuba)