Por Arthur González/El Heraldo Cubano.- Para los que en este mundo aún se dicen incrédulos, la noticia de que los contrarrevolucionarios cubanos, fabricados, entrenados y financiados por el propio gobierno de Estados Unidos y la CIA, llevarán a la VII Cumbre de las Américas un mensaje de “unidad”, los convencerá de que están ante el gran milagro del siglo XXI. Acuñados por la maquinaria propagandística yanqui como “disidentes”, los asalariados de Washington con parte del presupuesto de 20 millones usd anuales que asigna la Casa Blanca para mantenerlos, estarán presentes en Panamá gracias a las presiones de Estados Unidos, pues para los cubanos residentes en la isla es casi imposible obtener un visado en la embajada panameña en La Habana.
Todos los cubanos saben perfectamente que Panamá no otorga visas fácilmente y ante una solicitud de viaje exigen más documentos que los solicitados por la Universidad de Yale para cursar un doctorado en Física.
Sin embargo, a elementos que no trabajan ni estudian y solo se dedican a asistir a las clases que reciben en los locales de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, con antecedentes penales por actividades delictivas y falta de educación y cultura general, les han estampado los visados solo mostrando la invitación enviada, algo que molesta a cientos de profesionales que han recibido un rotundo NO, ante su solicitud de viaje.
Pero la noticia sensacionalista es que llevan un mensaje de “Unidad”, algo que en 56 años no han logrado, reconocido por los jefes de la CIA y diplomáticos estadounidenses acreditados en Cuba.
En el primer “Programa de Acción Encubierta” de la CIA contra Cuba, aprobado el 17 de marzo de 1960 por el presidente Eisenhower, se afirma en uno de sus párrafos:
“Es importante evitar la rivalidad que perturbe y divida a los principales líderes cubanos de la oposición en su papel de dirección dentro de la organización”.
Este estigma los ha perseguido siempre, algo que ya se presenta entre los asistentes a la VII Cumbre, al asegurarse que las llamadas “Damas” de Blanco, encabezadas por la grosera e inculta Berta Soler, no aceptan las dos propuestas que pretenden exponer los demás contrarrevolucionarios.
“Jaula, alpiste y revolcadero” se espera de esos elementos que solo se mueven al compás de los dólares yanquis. Nadie se asombre si Berta, con sus usuales ataques de cólera, hace de las suyas ante la presencia de miles de participantes de la verdadera sociedad civil latinoamericana. Por muy controlada que la tengan puede dar uno de sus acostumbrados escándalos si no está de acuerdo con algo.
Como un parche puesto antes que salga el forúnculo, Manuel Cuesta Morua explicó a la prensa extranjera que las “Damas” de Blanco no están de momento incluidas en el documento que ellos llevan.
Según el sitio wikileaks, el 15 de abril del 2009 el Jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba, envió un cable confidencial al Departamento de Estados con el # 202438, donde decía textualmente:
“Muchos grupos de oposición son dominados por individuos con encumbrados egos que no trabajan bien en equipo, por lo que pueden ser fácilmente manipulados por la seguridad cubana”. […] “están más preocupados por tener mayores oportunidades para viajar libremente y vivir de manera confortable”. […] “es preciso que empiecen por lograr cierto grado de unidad de objetivos como oposición, o al menos dejen de gastar tanta energía en serrucharse el piso los unos a los otros”.
Como epitafio aseguró: […] “su impacto en la sociedad cubana es muy poco y no ofrecen una alternativa política al gobierno”.
Nombres como Guillermo Fariñas, mitómano crónico, Elizardo Sánchez Santa Cruz Pacheco, trabajador por el día de los diplomáticos estadounidenses y por la noche de la Seguridad cubana, conocido como “El Camaján”.
Manuel Cuesta Morua, personaje orientado a dividir los negros cubanos con la ilusión de lograr una revuelta popular contra el Estado, más la grosera e inculta Berta Soler, conforman la comparsa que sufragan los norteamericanos a la Cumbre.
A esos hay que sumarle algunos oficiales norteamericanos que viajarán desde Miami y Washington para precisar detalles y ajustar una que otra orientación, quienes también disfrutarán de una estancia en Panamá a costa de las actividades contra Cuba.
Como parte del espectáculo preparan una reunión del presidente Barack Obama con los contrarrevolucionarios, actividad anunciada por Ricardo Zúñiga, actual director de Asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos y que estuvo acreditado como Secretario de Prensa en La Habana en el año 2002 y atendió personalmente a muchos de esos elementos, algunos de ellos revelados años después como agentes de la Seguridad cubana.
Pero la presencia de Cuba en esta Cumbre no podrá ser empañada por estos asalariados, porque como dijera José Martí:
“..Nuestra América no le fallará, porque ella no le falla a América”.