En esta segunda entrega, varias integrantes y exmiembros de las Damas de Blanco denuncian las prácticas dictatoriales de la actual presidenta del colectivo, Berta Soler, así como su carácter violento.
Estas declaraciones contrastan con la imagen “sencilla, bondadosa y de mujer de bien” que de ella han propagado los medios de comunicación que participan en la estrategia subversiva de los grupos de poder de España y los Estados Unidos cuyo principal objetivo es la desestabilización de la isla.
En el capítulo anterior, estas mismas mujeres exponían el desvío por parte de Soler de los fondos económicos que reciben del exterior, particularmente de Estados Unidos, “para un pequeño grupo” dirigente.
(Publicado originalmente en Cubainformación)