Por M. H. Lagarde
Yoani Sánchez conversó ayer via internet con el nuevo Otto Reich con faldas, la secretaria de Estado adjunta de EE.UU. para Latinoamérica, Roberta Jacobson.El tema de dicho díalogo era nada menos que el papel de la mujer [...]
¿Quiénes creen en estos llamados “disidentes”? ¿Cuál es su base social real? Dentro de Cuba ninguna. Fuera de Cuba, en Miami, solo aquellos que reciben dinero para organizarle sus giras de turismo de contrarrevolución.
Como para que no queden más dudas de quién es el verdadero “padre de la criatura” el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibió en la Casa Blanca a Berta Soler, la líder de la organización mercenaria Damas de Blanco.
Hasta ahora nadie ha respondido cómo es posible que el blog de Yoani Sánchez, GY, pueda aceptar Paypal, un sistema de pago no disponible a ningún residente de la isla debido a sanciones económicas de Washington.
No dejes que te lo cuenten y míralo tú mismo. La nueva serie “Vista hace Fe” pone al descubierto las actuaciones más brillantes de la oposición cubana, siempre amparados por sus padrinos del norte.
Yoani Sánchez ha sido invitada a México por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) para participar en su próximo Encuentro Empresarial Acapulco 2013 con el objetivo de “pasar de los acuerdos a la acción” y contribuir con sus conocimientos a la construcción de “un México próspero para todos”.
Para mantener el negocio de difamar a Cuba, los llamados opositores no hacen otra cosa que caerse a mentiras unos a los otros. Pero finalmente siempre me pregunto: en esta farsa gigantesca, ¿quién engaña a quien?
Julian Assange refiriéndose a la relación de Yoani Sánchez con EEUU aseguró que hay casos de voces opositoras como las de la bloguera cubana que terminan convirtiéndose en títeres de países como Estados Unidos.
Es muy dudoso que algún beneficio pueda ofrecerle a la Patria cubana el jaleo que se traen los “patriotas alquilados”, para viajes, encuentros propagandísticos y adiestramiento con mecenas de la subversión, dispuestos a apostar por el derrumbe de la Revolución cubana por cualquier vía.
Aprovechándose de las flexibilizaciones migratorias, los contrarrevolucionarios creados, entrenados y financiados por los norteamericanos, recibieron de inmediato visas para viajar a los Estados Unidos, Europa y algunos países latinoamericanos, con el objetivo de recibir nuevas orientaciones, y sobre todo dinero en efectivo para mantener a sus escasos seguidores en la Isla.