La nueva misión que le dio la CIA a sus mercenarios
Aprovechándose de las flexibilizaciones migratorias, los contrarrevolucionarios creados, entrenados y financiados por los norteamericanos, recibieron de inmediato visas para viajar a los Estados Unidos, Europa y algunos países latinoamericanos, con el objetivo de recibir nuevas orientaciones, y sobre todo dinero en efectivo para mantener a sus escasos seguidores en la Isla.