La nueva historia contada por Carromero huele a guión de cine mal escrito
Si el Gobierno cubano hubiera ordenado el asesinato de Osvaldo Payá y Harold Cepero simulando un accidente ¿Por qué no liquidar también (donde mueren dos pueden morir cuatro) a Carromero y a su camarada sueco Aron Modig? ¿Por qué facilitar la entrega de Carromero a España a riesgo de que éste revelara los hechos cuando no tenían, con arreglo a la ley, ninguna obligación de hacerlo?