La reciente reforma migratoria aprobada por el gobierno cubano, que elimina anacrónicos trámites burocráticos para viajar, ha empezado a provocar sus efectos. Una de las primeras personas que se ha beneficiado de todo eso ha sido -por supuesto- la riquísima bloguera Yoani Sánchez quien ha recibido visas para viajar a numerosos países, mientras que -recordemos- la mayoría de los ciudadanos cubanos, de los que ella se ha elevado por sí misma al rango de portavoz, sigue encontrando dificultades materiales y burocráticas para viajar a países europeos o a Estados Unidos, como los altísimos costos de los viajes y la necesidad de obtener un visado de ingreso por los países de destino, algo que en la mayoría de los casos se les niega.
En ese sentido, el pasado 17 de febrero, la bloguera dejaba su ‘apartamento yugoslavo’ en la odiada ‘cárcel ideológica’, rumbo a Brasil, y empezaba -con total tranquilidad y con todos los honores que se deben a una estrella mediática de su altura- una larguísima gira mundial de 80 días, acompañada por una apática procesión de periodistas y corresponsales de medios internacionales.
Sin embargo, sus ambiciones de primera diva se rompieron brutalmente cuando la bloguera chocó con la realidad afuera de Cuba, perdió el escudo que le otorga el vivir en un ‘régimen dictatorial’ y encontró la desesperada acogida brasileña: grupos de jóvenes la recibieron exibiendo carteles con acusaciones, tildándola de mercenaria y agente de la CIA.
A pesar de que cuando esto ocurre en Cuba, ella con voz crítica suele hablar de ‘turbas castristas’ y de ‘estigmatización del que piensa diferente’, frente a estas manifestaciones contra su persona, la bloguera, convencida de un inexistente respaldo de la opinión pública que hubiera encontrado en Brasil, acutó inicialmente con mucho cuidado y usó las distintas formas de darles la bienvenida, como un ejemplo de la pluralidad y diversidad de la nación suramericana. Así escribió: “Al llegar muchos amigos dándome bienvenida y otras personas gritándome insultos. Ojalá en Cuba se pudiera hacer lo mismo. Viva la libertad!”
Pero su postura frente a las críticas cambió radicalmente en unas pocas horas, es decir, cuando se dió finalmente cuenta de que no se trataba de un pequeño colectivo, sino de extensos grupos, vinculados a las luchas progresistas en América Latina, que -claramente- rechazan cualquier colaboración con el poderoso imperio del Norte que -el siglo pasado- respaldó sangrientas dictaduras derechistas por todo el continente, incluso en Brasil.
Así, de repente, esta forma de ‘libertad brasileña’ se convirtió en una patraña más del ‘régimen cubano’. Escribía en su pluridecorada bitácora:
“Ellos respondían a órdenes, yo soy un alma libre.Al final de la noche me sentía como después de una batalla contra los demonios del mismo extremismo que atizó los actos de repudio de aquel año ochenta en Cuba. La diferencia es que esta vez yo conocía el mecanismo que fomenta estas actitudes, yo podía ver el largo brazo que los mueve desde la Plaza de la Revolución en La Habana”.
Es decir, personas que pensaban diferente, ejemplo puro de la democracia brasileña, se conviertieron en enviados de la embajada cubana, procastristas y extremistas.
Ya solamente esas formas de considerar las críticas, dejan bien claro el nivel de democracia que esta megalómana desconocida quiere llevar adelante en su añorada Cuba futura y hace fracasar su imagen de persona plural.
Pero, más que todo eso, el viaje a Brasil ha sido un auténtico fracaso por otra razón fundamental. Ha destruido finalmente la imagen que se quiere vender a la opinión pública mundial, es decir, la de la bloguera indefensa, paladina de los derechos humanos, y ha enseñado todo su carácter derechista y la total sumisión a la política del gobierno norteamericano y, sobre todo, a la más repugnante prensa terrorista anticubana radicada en el sur de Florida.
Entre otras cosas, por ejemplo, la bloguera se negó a firmar una declaración contra el bloqueo y por la liberación de los Cinco antiterroristas cubanos y, dos días después, tuvo un discurso en la Cámara de Diputados de Brasil y ahí hizo determinadas declaraciones sobre estos temas.
Hablando del bloqueo norteamericano contra el pueblo de Cuba, dijo: “Hay un concepto que se utiliza mucho en Cuba: en una plaza sitiada, disentir es traicionar. Por eso quiero que termine el embargo, para ver como va a explicar el gobierno cubano su fracaso”.
Luego, referiéndose a los Cinco héroes cubanos, encarcelados en Estados Unidos por infiltrarse en grupos terroristas de Miami para descubrir planes de atentados contra la Isla, afirmó: “La cantidad de dinero que está gastando el gobierno de mi país en esa campaña de viajes por el mundo, espacios en la prensa internacional para la campaña de los cinco miembros del Ministerio del Interior, la cantidad de horas en las escuelas que se gastan en hablar de esas cinco personas, en aras de que eso termine deberían liberarlos, estoy preocupada por las arcas de mi país y preferiría que los liberaran y a ver si así ahorramos más porque hay más temas sobre el tapete”.
Y muy tímidamente dijo: “Sobre Guantánamo. Soy una civilista, una persona que quiere el respeto a la legalidad, por lo que no puedo estar de acuerdo en un sitio donde no se respeta la legalidad”. Esto es todo lo que dijo sobre el centro de tortura de Guantánamo, alguien que supuestamente debería ser una patrocinadora de derechos humanos. No habló de Estados Unidos. No habló de tortura. No habló de muertos. Fue muy cuidadosa en usar los términos “no se respeta la legalidad” en vez de describir la situación así como es, es decir, un auténtico centro de tortura legalizado; todo eso, sin considerar la soberanía cubana violada en dicho territorio.
A pesar del escualor de estas declaraciones -sobre todo, cuando llegan de una ciudadana cubana que, antes de hacerse tan famosa, habrá seguramente sufrido las escaseces debidas al aislamiento económico de Cuba tras el derrumbe del campo socialista y, más que todo, como habanera habrá vivido sobre su piel la temporada de los atentados terroristas en La Habana- la repugnante prensa anticubana de Miami, en un ejemplo de su intransigencia batistiana, atacó a la bloguera por “pedir la liberación de los cinco espías”.
“Yoani Sánchez pide la liberación de espías cubanos” tituló Univision23 desde Miami. El también miamense CubaNet escribió: “En una declaración que podría no ser bien recibida en la comunidad exiliada de Miami, la bloguera cubana Yoani Sánchez dijo este miércoles en Brasil que está a favor de la liberación de los cinco espías cubanos […] En su encuentro con los legisladores brasileños, Sánchez criticó también el embargo comercial de Estados Unidos. La calificó de injerencista y sostuvo que en la práctica no ha funcionado. [...]Inmediatamente saltaron las alarmas en las redes sociales. En Miami, según estas declaraciones de hoy, puede que la reconocida bloguera no sea bien recibida.”. Otros medios del mismo nivel informativo, publicaron artículos parecidos que, tras unos días, desaparecieron.
Frente a la estigmatización mediática from-Miami, Sánchez decidió aclarar bien su postura y lo hizo con el más bajo nivel moral que esta bloguera haya tocado nunca, es decir, publicó unaaclaración importante:
“Por lo pronto, rectifico, los Cinco fueron juzgados, bien juzgados, y eran espías sin lugar a dudas… A veces usar el sarcasmo y la ironía trae ese tipo de malentendidos. En primer lugar no les diría ‘Cinco Héroes’, para mí son cinco espías que han sido juzgados, que han tenido sucesivas oportunidades legales para probar su culpabilidad o inocencia y en todos esos tribunales, formados por gente diversa y plural, han sido ratificados como culpables… Todo el mundo sabe que es práctica común del gobierno cubano vigilar y espiar en territorio norteamericano ampliamente, por tanto en ningún momento pedí la liberación”
Y para no dejar dudas sobre su sumisión a los amos del norte y a los grupos terroristas del sur de Florida, horas después, publicó en su cuentatwitter, un mensaje (retwitteado desde la cuenta del Orlando Luis Pardo, el grosero y osceno ‘fotoreportero’ que ultrajó con un acto de autoerotismo a la bandera cubana): “24 Febrero: Cuba de luto por nuestros Hermanos Al Rescate”.
El mensaje se refería a las dos avionetas -procedentes desde Miami, de la organización Hermanos Al Rescate- que violaron el espació aereo cubano y fueron derribadas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias, en 1996. Hermanos Al Rescate es una organización terrorista, vinculada a la CIA y a la Mafia batistiana de Miami, responsable de varios ataques contra el territorio cubano. Sus patrocinadores fueron Jorge Mas Canosa, fundador de la también terrorista Fundación Nacional Cubano Americana, y Ramón Saúl Sánchez Rizo, también vinculado a varios ataques contra Cuba. (más información sobre la organización Hermanos al Rescate aquí).
Es decir, la democrática Yoani Sánchez quiso aclarar adecuadamente su pensamiento sobre los Cinco cubanos que estaban en Estados Unidos para impedir atentados contra su país, procedentes de las organizaciones terroristas radicadas en Miami, y además cogió la oportunidad para dar su respaldo, su solidaridad y, quizás, su admiración a los miembros caídos ese 24 de febrero de 1996.
A pesar de que muchos ‘solidarios con la bloguera’ han relacionado el viaje de Sánchez con un ‘inminente fin del castrismo’, no hay ninguna duda de que su primera gira exterior ha sido un auténtico fracaso para la más mediáticas de las blogueras que no ha encontrado ningun respaldo popular concreto y sólo ha dado a la opinión pública mundial muchos más elementos para evaluar la real postura y entender definitivamente que hay más allá de esa controvertida figura, es decir, un rostro oportunista, derechista, terrorista y pronorteamericano, algo que ella misma intenta -sin éxito- disimular.
Claramente habrá muchos otros elementos que surgirán y desmontarán otros fraudes mediáticos de esa bloguera. Este solamente es el primero capítulo de una larga serie de apuntes de viaje que contarán toda la gira mundial de esta mentirosa oportunista.
(Publicado originalmente en el blog Capítulo Cubano)