El 1ro de marzo del 2013 durante su visita a la ciudad de Miami, la bloguera oficialista de Washington Yoani Sánchez Cordero, leyó un discurso en la llamada Torre de la Libertad, en el que expresó su asombró por la división que encontró entre los cubanos de allí y los de la isla. Por supuesto que para ganarse el afecto y el dinero de los de allá, culpó al Gobierno cubano de ser responsable de la división.
En su discurso la diplobloguera se preguntaba “¿Cómo fue que dividieron nuestra nación?
Como una muestra más de quienes son los verdaderos responsables del odio y la división entre los cubanos, están las más recientes declaraciones de la congresista Ileana Ros-Lehtinen, hija de uno de los agentes de la CIA y vinculado al gobierno del dictador Fulgencio Batista, cuando dijo el pasado día 05.12.2013 “que estaba decepcionada con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, por sugerirle a Estados Unidos que cambie su política hacia el régimen de La Habana y le pidiera que fuera más comprensivo y hacer algún tipo de concesión al castrismo”.
O sea que la integrante de la mafia anticubana no puede soportar que un Presidente de un país soberano, piense de forma diferente a ella, acogiéndose, al derecho de cuestionarlo.
El presidente colombiano había dicho el 04.12.2012 que “a su entender, ha llegado el momento correcto para que Estados Unidos modifique su política hacia Cuba, porque el embargo comercial impuesto a la Isla no ha cumplido su objetivo. Creo que Cuba estaría dispuesta a un cambio, y ambos lados tienen que ceder de alguna manera. Más libertades y más reformas en Cuba y más comprensión de los estadounidenses”.
Estas consideraciones se las hizo al presidente de la Cámara estadounidense de Comercio, Tom Donohue, cuando le pidió su opinión sobre Cuba.
El odio hacia Cuba acumulado en el cuerpo de la congresista es tanto, que no soporta que alguien con pleno juicio y razón, pueda declarar públicamente su oposición a la política criminal llevada a cabo por el Gobierno norteamericano contra el pueblo cubano, por más de medio siglo.
La verdadera causa de la oposición de la señora Ros-Lehtinen y otros miembros de la mafia anticubana, es que todos viven a costa de la hostilidad entre los dos gobiernos.
El día que Estados Unidos decida cambiar su política hacia Cuba, ella y sus compinches se quedarán sin el dinero que reciben anualmente para mantener sus campañas y actos terroristas contra la Isla.
Su hostilidad y odio son prueba irrebatible para comprender quienes son los responsables de la división de los cubanos.
Lo demás es pura falacia y eso debe aprenderlo la bloguera oficialista de Washington.
Publicado originalmente por El Heraldo Cubano