Beyonce y el efecto de su viaje a Cuba (+ Fotos)

Beyonce y Jay-Z caminando por las calles de La Habana, algo que los norteamericanos tienen prohibido hacer.

Beyonce y Jay-Z caminando por las calles de La Habana, algo que los norteamericanos tienen prohibido hacer.

A veces suceden eventos que ilustran cuan desviadas están las relaciones Cuba-EE.UU de lo que deberían ser. La pasada semana pasó por la Habana, rodeada de un mar de pueblo, la visita de los cantantes norteamericanos Beyonce y Jay-Z. .

La pareja fue a Cuba a celebrar su quinto aniversario de bodas, pero no pudo pasar inadvertida como posiblemente hubiera querido. Están en la cima de su carrera artística, y mi sobrina adolescente Sophia, a quien he tratado de explicar la poesía de Bob Dylan en “Desolation Road”, no puede creer que yo no sepa ninguna canción de Beyonce.

El hecho es que, por alguna razón probablemente asociada al intercambio cultural pueblo a pueblo promovido por la Administración Obama, Beyonce y Jay Z visitaron la Habana Vieja, Patrimonio de la Humanidad, y compartieron con jóvenes cubanos en escuelas de arte y danza. La pareja comió en el restaurante privado “La Guarida”, donde se filmó el famoso filme de 1990 Fresa y chocolate con un claro mensaje antihomofóbico. El restaurante privado representa una nueva era en Cuba con un creciente sector económico no gubernamental y un ambiente mucho más tolerante hacia las diferencias de orientación social y religiosa, aun bajo un sistema de un partido único.

Las reacciones en EE.UU no se hicieron esperar. Lo que debía ser un mero viaje a otro país, un derecho protegido por la constitución norteamericana y la Declaración Universal de Derechos Humanos se ha convertido en un escándalo político. Mauricio Claver Carone, el principal cabildero pro-embargo en Washington, arremetió contra el viaje y acusó a Beyonce de ser un instrumento de “propaganda castrista”, debido a que su viaje a Cuba le “robó” el protagonismo cobertura a la bloguera opositora Yoani Sánchez , de gira por Estados Unidos. Como hace por lo común, hablando de una Cuba que nunca ha visitado, Claver-Carone declaró equivocadamente que todos los restaurantes donde comió la pareja son propiedad de funcionarios gubernamentales. ¿Puede decirnos Claver-Carone el alto cargo gubernamental que ocupa Enrique, el propietario de “La Guarida durante los últimos quince años?

Myriam Márquez, la columnista del Miami Herald que fue la anfitriona de la visita de Yoani Sánchez a la Torre de la Libertad, denunció al gobierno cubano por “yuxtaposición calibrada de la llegada de BeJay a La Habana a fines de la semana pasada con la partida de Yoani Sánchez de La Pequeña Habana”. Como escribe satíricamente el bloguero cubanoamericano Alejandro Barreras:

“Así que el régimen cubano, con toda su astucia diabólica, planeó hace cinco años que Beyonce y Jay Z se casaran en una fecha determinada, de manera que su quinto aniversario coincidiera con una visita a Estados Unidos de una bloguera opositora que acaba de obtener reconocimiento internacional, gracias a las reformas de viaje que nadie en aquella época podía suponer se iban a tomar. (No se rían; se llama “planificación quinquenal”.)

Como no podían quedar fuera, los congresistas cubano-americanos Ileana Ros-Lehtinen y Mario Diaz-Balart han solicitado información al Departamento de Tesoro acerca del viaje, sugiriendo una posible violación de la política de EE.UU. para aislar a Cuba. ¿Cómo fue que la política de una gran potencia democrática EE.UU. cayera en las manos de una manga tan intolerante y paranoica?

Tomada del blog Miradas encontradas.

Tomada del blog Miradas encontradas.

Mientras tanto, los adolescentes preguntan a sus padres dónde queda Cuba y por qué no se puede ir a un país con tan buena música y gente y playas tan hermosas a solo noventa millas. Si EE.UU no es un país comunista ¿por qué se limita los derechos de sus ciudadanos a viajar? La mayoría de los norteamericanos vuelve a chocar con la irracionalidad de la política hacia Cuba, anclada en la Guerra Fría.

El efecto Beyonce es un llamado a mirar de manera fresca la política de EE.UU hacia Cuba con la sinceridad de adolescente. Es difícil defender una política que pisotea los mismos derechos que predica. Después de la reforma migratoria cubana de enero, que eliminó la mayoría de las restricciones del periodo totalitario para viajar, los cubanos, bajo un régimen comunista, tienen menos impedimentos legales para visitar EE.UU. que los ciudadanos norteamericanos para visitar Cuba.

Es hora de alinear la política norteamericana hacia Cuba con nuestros principios. Como dijo el presidente Kennedy frente a la Puerta de Brandemburgo en el momento más álgido de la Guerra Fría, “La libertad tiene muchas dificultades, y la democracia no es perfecta, pero nunca hemos tenido que poner un muro para encerrar a nuestro pueblo, para impedir que nos dejen”. Como escribió su hermano Bobby en un memorándum  al secretario de Estado Dean Rusk el 12 de diciembre de 1963, en el que pedía eliminar las prohibiciones a los viajes, la libertad de viajar “es más coherente con nuestra visión como una sociedad libre y contrastará con cosas tales como el Muro de Berlín y otros controles comunistas a los viajes”.

Si Beyonce y Jay-Z visitan en el futuro al presidente Obama, deben recordarle que él mismo calificó el embargo de política irracional que “solo daña al pueblo inocente de Cuba”. Al menos Obama debiera escuchar a un grupo creciente de miembros del Congreso de EE.UU., encabezados por el representantes Sam Farr (demócrata por California), que le están pidiendo nuevamente en una carta que permita que todas las categorías de viaje no turísticas se realicen bajo una licencia general. Eso reduciría los controles burocráticos que impiden actualmente a muchos norteamericanos, interesados en los contactos pueblo a pueblo, visitar la isla. Interactuar con Cuba no debe ser un privilegio exclusivo de cantantes célebres.

Gracias, Beyonce y Jay-Z. Bienvenidos al club de los anatemizados y maldecidos por el macartismo de los que defienden el embargo. La prohibición de viajar va en contra de los intereses dre EE.UU. y es una afrenta a sus valores democráticos. Gracias por su involuntaria clarinada a la conciencia de sus conciudadanos acerca de una política que es irracional y antinorteamericana.

Beyonce junto a los niños de La Colmenita

Beyonce junto a los niños de La Colmenita

Beyonce con integrantes  Danza Contemporánea de Cuba

Beyonce con integrantes Danza Contemporánea de Cuba

Beyonce y Jay Z con el personal del restaurante  La Guarida, donde se filmó Fresa y Chocolate

Beyonce y Jay Z con el personal del restaurante La Guarida, donde se filmó Fresa y Chocolate

(Publicado originalmente en Progreso Semanal)

 

 

  1. Luis Miguel Rondón Díaz

    Ya tarde pero encantado de ver a una personalidad como BEYONCE en Cuba, hermosa y carismática como es ella, con su encanto deslumbro a todos los cubanos, con su esposo conociendo nuestra tierra me siento dichoso de verlos a los dos.

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