Por Arthur González
La historia subversiva de Estados Unidos contra Cuba se repite, a pesar del actual cambio de estrategia para derrocar a la Revolución.
A mediados del pasado siglo XX, el ex director de la CIA Allen Dulles, afirmó:
“…Gracias a su diversificado sistema propagandístico, Estados Unidos debe imponerle su visión, estilo de vida e intereses particulares al resto del mundo…Nuestra principal apuesta será la juventud. La corromperemos, desmoralizaremos y pervertiremos.”
En 1960 la CIA ejecutó la Operación Peter Pan, con el objetivo de sacar de Cuba a cientos de miles de niños para enajenarlos y hacerles creer que la Revolución cubana era lo peor para ellos.
Con los que se quedaron en la Isla iniciaron una labor de desinformación con el fin de sumarlos a la contrarrevolución creada por ellos, sin obtener resultados.
Para lograrlo, la CIA diseñó una programación radial, iniciándola el 24 de mayo de 1971, cuyo propósito era “desarrollar el escepticismo y desaliento, especialmente entre la juventud cubana”, pero de una forma que estuviera controlada y no provocara una oposición activa con la consecuente represión, sino que poco a poco los jóvenes llegaran al convencimiento que la Revolución no satisfacía sus expectativas y debían intentar un cambio de régimen.
En apoyo a esas acciones, se fortalecían las acciones de guerra económica para que el Gobierno cubano no pudiera cubrir todas las necesidades del pueblo y acusarlo de ineficiente mediante las campañas mediáticas.
Nada ha variado y las más recientes propuestas de la Cámara de Representantes, el 13 de julio 2016 para reforzar las sanciones económicas, lo demuestran.
Hoy Estados Unidos diseña diversos programas direccionados sobre los actuales jóvenes cubanos, como el de formación de líderes comunitarios a través de becas en universidades norteamericanas, lanzado por primera vez en el 2009 desde su Sección de Intereses en La Habana.
Otros cursos similares van surgiendo para estudiar en la Universidad Internacional de la Florida y en otros centros, como las becas ofertadas desde abril del 2015 por la organización World Learning Inc., con sede en Washington, con su “Programa de Liderazgo de Verano” para jóvenes cubanos de 16 a 18 años, durante cuatro semanas en Estados Unidos.
Los fines están bien establecidos:
1-Identificar y desarrollar nuevos actores sociales internos, con el objetivo de contraponerlos a la imagen de un estado “totalitario que se opone a los cambios y mejoras”.
2-Preparación de líderes juveniles que puedan ejecutar una acción contrarrevolucionaria dinámica.
3-Aprovechar las transformaciones socioeconómicas que se producen en Cuba, y preparar en Estados Unidos a los jóvenes que denominan “emprendedores”, ofreciéndoles becas en Universidades, con es el programa denominado “InCubando”, para menores de 40 años, y en clases impartidas en varios centros de la Iglesia Católica.
4-Explotar al máximo a las nuevas tecnologías de la informática y las comunicaciones.
Uno de los últimos engendros made in USA, es la llamada “Mesa de Diálogo de la Juventud Cubana” (MDJC), la cual se integró rápidamente a la organización contrarrevolucionaria #Otro18, y a la la Mesa de Unidad de Acción Democrática (MUAD), dirigida por Guillermo Fariñas, íntimo amigo del asesino Luis Posada Carriles; de la cual la Unión Patriótica de Cuba, (UNPACU), del asalariado de Estados Unidos, José Daniel Ferrer, y la terrorista Fundación Nacional Cubano Americana, (FNCA), acaban de separarse.
Esa vinculación a la contrarrevolución tradicional sufragada por Estados Unidos, califica a la MDJC con idénticos fines, y la señala como otra más de las organizaciones asalariadas de Washington.
Los objetivos que le trazaron a la mencionada “Mesa de Unidad de Acción Democrática” son: incentivar el liderazgo de los jóvenes cubanos y la promoción de los derechos humanos, con énfasis en los derechos de la juventud.
Más de lo mismo que la condena a un rápido fracaso por falta de cuórum.
Para darle una imagen internacional, especialistas yanquis en subversión política sufragaron la participación de cuatro integrantes ese grupúsculo, a la 46 Asamblea de la OEA, celebrada en República Dominicana, sin lograr nada al respecto, pero recibieron instrucciones directas de los pasos a dar para atraer a jóvenes cubanos.
Entre las indicaciones impartidas están:
-Lograr la institucionalización de la organización para alcanzar visibilización y convencer a otros jóvenes de la necesidad de un cambio en la sociedad cubana.
-Capacitarlos en el tema electoral, de cara a una campaña que deben desarrollar denominada “Poder Joven”, y que intente una reforma de la actual Ley Electoral, apoyándose en otro grupúsculo denominado “Cubalex”.
Para eso fueron orientados a seleccionar y preparar candidatos políticos con mejor proyección ante la sociedad, so pretexto de celebrar futuras elecciones “libres y transparentes”.
Como cientos de organizaciones creadas por la CIA desde el propio enero de 1959, la “Mesa” padece de los mismos males, pues también fue fundada desde el exterior.
Prueba de su estrecha vinculación con Estados Unidos son sus orígenes, basados en la organización anticubana “Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia en Cuba”, constituida por siete jóvenes de distintos países latinoamericanos, para supuestamente apoyar las actividades de la “sociedad civil” cubana, en especial de los proyectos juveniles, algo que ni se conoce, ni tiene impacto en la juventud cubana.
La llamada “Mesa de Diálogo de la Juventud Cubana” (MDJC), de Organización No Gubernamental no tiene nada, es solo un grupúsculo de los tantos que viven con parte de los 20 millones de dólares que anualmente aprueba el presidente Barack Obama, para ver si algún día se hacen realidad sus sueños de “promover de manera más eficaz la implantación de cambios en Cuba, dentro de un marco acorde con el apoyo de EE.UU. al pueblo cubano y en consonancia con los intereses de seguridad nacional de EE.UU.” , tal y como aseguró la Casa Blanca en su comunicado oficial el 17.12.2014.
De ahí que su fracaso esté al doblar de la esquina, pues como expresó José Martí:
“Nada falso es duradero ni útil”.
Refiriéndome al manejo de centros de la Iglesia Católica para la guerra sucia contra Cuba, no me extraña, ya en el pasado ocurrió y la Revolución salió victoriosa.
No nos acusen después de ser los que atacamos a la religión. Si es necesario nos vamos a VB defender de todo. Espero el Papa no permita eso.