Bahía de Cochinos: cómo los masones fueron involucrados en una trama para derribar a los Castro

La revista estadounidense Newskeek publicó en su edición de la semana pasada dos reportajes, firmados por Jeff Stain, sobre la USAID y sus planes de subversión en Cuba.

Resumen: El libanés-americano Akram Elias era una pieza clave de la larga campaña de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) contra el gobierno en Cuba. En otro giro insólito, era además un alto oficial de la hermandad francmasónica cuando los ideólogos derechistas de la USAID decidieron emprender otra carrera para acabar con el comunismo. En 2002, hizo el primero de varios viajes a la isla.

Durante la guerra contra Viet Nam los proyectos de la USAID estuvieron tan involucrados con los de la CIA que ambas agencias se convirtieron en sinónimos. Y así ha sido con Cuba. En el mandato de George W. Bush, el respaldo a los programas para la “democracia” en Cuba de la USAID creció de 3.5 millones a 45 millones de dólares.

En diciembre del 2009, Akram Elias estaba en La Habana para reunirse con Alan Gross. Gross fue arrestado en la noche del 3 de diciembre del 2009, después de proveer equipamiento avanzado de comunicaciones e Internet a la comunidad judía en Cuba. Cumple una sentencia de 15 años por subversión. Poseía dos memorias flash con la mayoría de los documentos relacionados con proyectos en contra del Estado Cubano. Gross  entregó en 2004 “varios artículos, una cámara de video incluida a José Manuel Collera Vento, masón sobresaliente en la isla quien, luego se revelaría, era agente de la Seguridad del Estado Cubana. Doce meses después de la detención de Gross, la USAID lanzó clandestinamente un supuesto Twitter cubano independiente, llamado ZunZuneo

El Senador Patrick Leahy, presidente del panel supervisor de la USAID, calificó a ZunZuneo de “estúpido, estúpido, estúpido”. Probablemente “estúpido” no es lo peor que se le pueda decir, dadas las proyecciones detrás de estos planes ridículos.

“Ellos saben que no van a derrotar al régimen. Ellos saben que sus apoyos en Cuba son mayormente oportunistas…”, explicó Fulton Armstrong, experto en América Latina y anterior encargado de esta área para la CIA y el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

Versión al español del artículo íntegro:

Bahía de Cochinos: cómo los masones fueron involucrados en una trama para derribar a los Castro

7 de abril del 2014. Jeff Stain

Un misterioso contratista del Departamento de Estado Norteamericano estaba involucrado en un plan extraño e inepto para derribar al régimen cubano.

Esta improbable historia de tres ciudades comienza en Damasco, vuela a través de Washington D.C., y termina trágicamente en una cárcel de La Habana. Sus personajes parecen sacados de una película de espionaje de la Guerra Fría, espías amateurs atascados en una trama irresponsable para derrumbar el régimen cubano.

A finales de noviembre del 2010, un libanés-americano negociante de Washington D.C., llamado Akram Elias viajó a Damasco con el discreto propósito de lustrar la imagen del régimen Sirio en Washington. “Fue muy bueno haberlo visto temprano esta mañana”, escribió Elias a Bouthaina Shabaan –portavoz durante mucho tiempo del presidente Bashar al-Assad-, en un e-mail obtenido por Wikileaks. Apenas seis meses antes, la administración Obama había impuesto sanciones a Siria por apoyar a grupos terroristas y explorar el desarrollo de armas de destrucción masiva.

Elias ofreció a los sirios una “estrategia de comunicación” de una página, que se salía de las líneas tradicionales de presión para clientes con severos problemas de imagen en la oficialidad de Washington. La idea, por supuesto, era suavizar la imagen del régimen, quizás incluso persuadir a los oficiales de levantar las sanciones. El precio: 22 mil dólares al mes, más gastos extras –todo un montaje estándar de una campaña de relaciones públicas.

Lo extraño al respecto, sin embargo, era que mientras Elias trabajaba en Damasco tenía –de acuerdo con su sitio web Capital Communications Group-, contratos de relaciones públicas con 18 agencias de Seguridad Nacional en la administración Obama, incluyendo el Departamento de Justicia, el Departamento de Estado, la Administración de Control de Drogas y el Departamento de Seguridad Nacional. Era, además, una pieza clave de la larga campaña de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) contra el gobierno en Cuba.

¿Por qué Elias? ¿Por qué Cuba? Porque, en otro giro insólito, Elias era un alto oficial de la hermandad francmasónica (la organización protestante plurisecular y esotérica con una larga historia en Cuba) cuando los ideólogos derechistas de la USAID decidieron emprender otra carrera para acabar con el comunismo.

Los Masones descienden de los gremios medievales que construyeron las catedrales europeas, y su presencia en Cuba data de 1763, de mano de los colonos ingleses e irlandeses. Para finales de la centuria, la hermandad creció con la llegada de los plantadores franceses que escapaban de la Revolución Haitiana. En el siglo XIX, su membresía contó con notables revolucionarios cubanos como José Martí. Ya en la década de 1950, los masones dieron refugio a Fidel Castro en una Logia.

La membresía francmasónica, estable durante la Revolución, comenzó a crecer luego del 2001. Hoy llegan a casi 30 mil miembros.

Elias emigró desde el Líbano a los Estados Unidos en los años setenta, cuando era un adolescente. En 1996, como señalan publicaciones masónicas, abrazó la hermandad y rápidamente se convirtió en el líder de su Distrito en la logia de Columbia. En 2002, viajó a Cuba. Este sería el primero de varios viajes que realizaría en el contexto de las reformas económicas en la isla.

Logo de la USAID

La USAID debió haber visto una apertura. Desde que el gobierno de Kennedy la creó como una agencia de ayuda humanitaria en 1961, en su famoso logo las manos estrechadas siempre han tenido los nudillos desnudos, con el slogan de asistir a las personas “que quieren vivir en un país libre y democrático”. Durante la guerra contra Viet Nam, sus proyectos estuvieron tan involucrados con los de la CIA que ambas agencias se convirtieron en sinónimos.

Y así ha sido con Cuba. Durante el mandato de George W. Bush, el respaldo a los programas para la “democracia” en Cuba de la USAID creció de 3.5 millones a 45 millones de dólares. Si bien el Congreso redujo su presupuesto a más de la mitad cuando Barack Obama asumió la presidencia, alegó una mala administración y lo redistribuyó a otras agencias, aún permanecen en tramitación de 60 a 70 millones de dólares, informa The Miami Herald.

En diciembre del 2009, Akram Elias estaba en La Habana para reunirse con Alan Gross, hombre de 63 años y subcontratista de la USAID por Maryland. Gross fue arrestado en la noche del 3 de diciembre del 2009, después de proveer equipamiento avanzado de comunicaciones e Internet a la comunidad judía en Cuba. Actualmente, cumple una sentencia de 15 años por subversión en Cuba.

De acuerdo con el documento presentado por las autoridades cubanas durante el proceso de sentencia en 2011, en noviembre del 2009, Gross recibió una llamada en Washington de Elias, “anterior Gran Oficial de la Logia Masónica de Washington, conocido por su oposición al sistema político cubano.” Elias se interesó en el “programa para la democracia en Cuba” que Gross estaba llevando a cabo para DAI Inc., una dependencia de la USAID asentada en Chevy Chase, Md. Acordaron verse en un café al día siguiente.

“En este encuentro”, refiere la sentencia del tribunal cubano, “Elias dijo que había pensado en la instalar un sistema para acusados en las Logias Masónicas Cubanas y habían decidido encontrarse en La Habana en diciembre para hablar con más detenimiento.” Así lo hicieron, en el Hotel Nacional de Cuba, el 2 de diciembre. Ellos “continuaron lo que habían hablado en Washington al respecto de extender el proyecto para las Logias Masónicas en Cuba.” Todo fue tan bien que acordaron reunirse otra vez al día siguiente, “pero esta reunión nunca tuvo lugar”, según los cubanos, “porque en la noche del 3 de diciembre el acusado Alan Phillip Gross fue arrestado”. Poseíados memorias flash –una Micro Center y otra Kingston- con la mayoría de los documentos relacionados con proyectos en contra del Estado Cubano.”

Los agentes cubanos no solo tuvieron suerte en este caso, como demostraría el documento de los tribunales. Habían estado al tanto de Gross y la conspiración que involucraba a masones durante años. Los fiscales declararon que Gross  entregó en 2004 “varios artículos, una cámara de video incluida” a José Manuel Collera Vento, masón sobresaliente en la isla. De acuerdo con las autoridades cubanas, la cámara de video vino de Marc Wachtenheim, quien trabajaba para otra dependencia de la USAID: la Fundación Panamericana para el Desarrollo, un bloque de la Casa Blanca de Bush. Ciertamente, los agentes cubanos parecían conocer todo lo que los americanos habían estado haciendo.

Una de las razones que hizo notable el Día del Inocente en Abril del 2011, fue la revelación de que José Manuel Collera Vento, gran maestro de la Gran Logia Francmasónica de Cuba, era un doble agente. “Por sus acciones subversivas, el 1ro. de abril del 2011, Collera recibió la más alta distinción de la Asamblea del Poder Popular de Cuba: el Escudo Pinareño”, fueron las palabras del Masonic Times al día siguiente, y añadió: “apareció hoy como un títere”.

Un año antes del arresto de Gross, expertos cubanos destacaron que Cuba ya tenía acceso a Internet y correo internacional, aunque la conexión era lenta. Doce meses después de la detención, la USAID lanzó clandestinamente un supuesto Twitter cubano independiente, llamado ZunZuneo, a través de una trama de compañías fachadas y servidores extranjeros –un programa de acción con todo, excepto nombres.

¿Con quién bromean? No con los cubanos, quienes, por décadas, han roto como nueces los planes de la CÍA.

Y tampoco con el Senador Patrick Leahy, presidente del panel supervisor de la USAID, quien calificó a ZunZuneo de “estúpido, estúpido, estúpido” cuando la Associated Press publicó una investigación al respecto.

Probablemente “estúpido” no es lo peor que se le pueda decir, dadas las proyecciones detrás de estos planes ridículos. “No se trata de ser efectivos”, explica Fulton Armstrong, experto en América Latina y anterior encargado de esta área para la CIA y el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Ellos saben que no van a derrotar al régimen. Ellos saben que sus apoyos en Cuba son mayormente oportunistas… y que el gobierno cubano ha demostrado que muchos de los de la oposición son en realidad sus agentes.”

La misión diplomática de Estados Unidos en Cuba conoció que Collera era un doble agente mucho antes de que Elias se encontrara con él, confirman cables de Wikileaks. Aparentemente, nunca se lo informaron a la USAID. (Elias no responde a e-mails y llamadas telefónicas que piden comentarios al respecto, y un vocero de la USAID dijo de él: “No tenemos actualmente registros de este individuo como contratista de la USAID.”)

“Pero los patrocinadores del programa deben saber”, explicó Armstrong a Newsweek, “que centrar sus directrices en el cambio de régimen, obtener operadores clandestinos irresponsables y miembros de la oposición en la cárcel, y en general, tratar de provocar al gobierno cubano, mantiene a los poderosos políticos cubano-americanos en Washington de su lado”.

Leahy refirió que la USAID no le dijo nada en absoluto respecto a esta aplicación de Twitter cubano clandestino, a pesar de ser el presidente del panel del Senado y encargado del presupuesto de la agencia. “Si lo hubiera sabido”, declaró a la MSNBC, “hubiera dicho: ¡en nombre del cielo, en qué están pensando!”

El Senador Patrick Leahy durante la Sesión del Subcomité de Apropiaciones el pasado martes 8 de abril (video)

El martes, en una audición del Subcomité de Apropiaciones del Estado, Operaciones Internacionales y Programas relativos, Leahy podrá preguntarle a Rajiv Shah administrador de la USAID, lo que quiera y por el tiempo que desee. Él puede indagar por qué Akram Elias está aún trabajando con el Departamento de Estado. Se dice que está tratando de lanzar un programa piloto internacional para estudiantes universitarios, a través de un contratista del Departamento de Estado.

Lee el artículo original en Bay of Piglets: How the Freemasons Got Caught in a Plot to Topple the Castros

 

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